Así como hay profundidades en el cielo
este puerto esta destinado a su condena de mar
aquí esta el ancla, aquí en esta bajada martirizada
como el ojo guía que navega en la proa de la rosa magnética
que cayo de la espuma
desde su aposento verde azul
de los mástiles y cabos de su historia
Galopa desde el sueño
dando golpes de tambor profundo
con el aroma a sal en las maderas de sus casa
las banderas traen el viento de los países,
en el plan y en las quebradas
me sumerjo en la magnitud del sueño
imagino el sol desprendiéndose del rojo
vistiendo su luto con el azul profundo
venido del mar
Inundando estas calles, estos hombres,
estos árboles.
Beso de frente al océano,
deja cenizas bajo su sombra,
y el se esta recogiendo como el día,
se esta moviendo al revés,
para alcanzar alturas,
para dejar lejos muy lejos,
los muebles el espanto
y las rosas de las casas vacías
que huyeron de sus habitantes,
se desprenden de las rocas
se preparan para entregarse al oleaje.
Veinte minutos esperan desde el temblor
veinte desde que los muertos
ya muertos…caen al vacío
en que se abren las calles,
se estrellan murallas en las pasarelas.
viene del fondo el rugido firme certero
viene como un trueno ahogado
en la playa de los moluscos
se abre y gime la mar con sus magnificas olas
abrazando la muerte
aplastando de espumas las calles desiertas
el puerto y algunos hombres
Valparaíso, valparasangre, valparamuerte
Fierro Negro
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