¿Pero qué bonito está el sol?
¿No es mejor fijarse en ese detalle
y cerrar los ojos al oloroso seol
que se vive día a día en la calle?
Así nos alientan los traidores...
que olvidado han los deberes
de ser del pueblo los defensores
y echar abajo sus quereres.
¡Huelga rota con palabra sabia!
Sean puñales los versos aldentes
los ojos llorosos en digna savia
por la venas de los decadentes.
Amor y gratitud el desafío serio
cual escudo sea empeñadura,
sean nuestras letras no misterio
sean nuestras bocas añadidura.
"Por qué la promesa de Dios es perdonar al arrepentido.
La del escritor jamás callar..."
Patricia Navarro
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