María de los Angeles Fernández Gallego,
dulce, salada y eficaz compañera,
la hermana de Alfredo, mi amigo…
de nada sirvió tu apego
a tu hermano, tus hijos y tu marido
cuando Dios te quiso llevar consigo.
De nada valieron ruegos y lamentos…
ya solo existiras, pero siempre,
en nuestros pensamientos.
Angeles, se veían ángeles
en tu risa y en tu compañía
discutiendo boberías
de tu hermano Alfredo…
o mías…
Alfredo, ánimo, ya nunca estarás solo…
este es para ti, compañero,
mi más sentido para tu hermana…
homenaje…postrero.©
FRANCISCO JAVIER MORA MORENTE ©
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