Hoy salí con una mujer,
admito que no es mi novia,
no tengo la conciencia limpia,
Pues es que si, fui infiel.
Pero no pude evitarlo,
ella era muy bonita,
con su estrecha figurita,
y ese vestido azulado.
Ojos plateados y hechizantes,
claros cabellos hasta la espalda,
un vestido que casi no tapaba,
su cuerpo, figura ardiente.
Con rimel que ocultaba,
el misterio de sus ojos,
y nos labios sabrosos,
que en su rostro resaltaban.
Señorita digna de pintar,
la causante de mi engaño,
es, literalmente hablando,
la luna en el cielo sobre el mar.
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