Cruzado del medievo soy, vencido,
rindiendo vasallaje y obediencia;
hiero solo salvaje y sin paciencia
a quien darte relevo ha sugerido.
Te juro pleitesía con mi espada
y prendiendo en mi pecho tu amuleto;
ando camino estrecho y te prometo
mi vida en poesía enamorada.
Reina bella y tirana, amante esposa
que recorres mi vida y yo la tuya,
te tengo entretejida en mi aleluya
eres mi castellana mariposa.
No imagino las noches sin tus días
y no existen caricias sin tus besos;
verano sin tu amor, se vuelve frío.
Me gustan tus derroches y alegrías
y que me des delicias y embelesos.
¡Qué pintes de color, el lienzo mío!.©
LOBO111
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